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El poder de la estadística

Uno de los momentos más aterradores de comprarse un coche es el momento de asegurarlo. Debatirse entre las garantías que uno querría disfrutar (todas, por supuesto) y las que se puede o se está dispuesto a pagar en su póliza anual puede ser motivo de angustia para los que no estamos habituados a estos trances. ¿Y si por dejar de pagar tal o cual suplemento me quedo con el culo al aire cuando estampe mi vehículo contra un árbol, me lo roben para atracar un banco o lo incendien los vikingos cuando invadan la ciudad? Preguntas capaces de quitarle el sueño a uno, no lo duden.

Hoy he visitado una mutua aseguradora que me ha ahorrado todas estas cavilaciones al ofrecerme una oferta única y no negociable. La tomas o la dejas. Un seguro "básico", así lo llaman, que cubre los daños a terceros que establece la ley, así como responsabilidad civil voluntaria y algunos percances que puedan acontecer al vehículo y su conductor. Opciones como el seguro a todo riesgo me están vedadas en esta compañía.

La lotería de asegurarse

El motivo no era sólo mi edad, por debajo de los 30 años, ni mi escasa experiencia al volante, con un carnet de conducir expedido hace a penas 9 meses. Las reticencias de la empresa se centran en el coche, un pequeño Citroën Saxo gasolina de escasa potencia y capacidad destructiva. Así me lo explicó la amable joven que atendió en las oficinas de la empresa.

"Hoy en día todo es una cuestión de estadística", dijo. "El Citroën Saxo, los Volkswagen Golf y algunos modelos de Seat Córdoba son coches que se ven implicados en muchos accidentes, y por eso a veces no los aseguramos". La joven puntualizó que la decisión de la compañía no tiene nada que ver con las condiciones de seguridad de estos vehículos. Sólo con las circunstancias que han convertido a sus propetarios en autores o víctimas de siniestros reflejados en balances oficiales.

Del mismo modo, la jóven me comunicó que era una suerte que sólo disfrutara de licencia para conducir desde hace menos de un año. De acuerdo con las estadísticas, me informó, tipos con un año y medio o dos al volante tienen más accidentes que los que nos vemos obligados a lucir la "L" de los noveles en el cristal trasero del coche. Por este motivo, los conductores con poco más de un año de carnet a sus espaldas se ven obligados a pagar una cantidad proporcionalmente mayor por su seguro que los principiantes.

¿Por quién doblan las campanas?

¿Cómo se transforman en información los datos estadísticos que manejan las aseguradoras? ¿Cómo se eligen los datos relevantes y se separan de los accesorios, como se distingue lo esencial de lo circunstancial en una lista de accidentes de automóviles? Ignoro los mecanismos que emplean las compañías para establecer los precios de sus seguros, pero explicaciones como la de hoy apuntan a que el análisis racional sobre los factores que afectan a la siniestralidad, como la experiencia del conductor o las características de su vehículo, pierde terreno en favor de la fe ciega en las cifras en bruto, dadas por válidas sin pasar por el tamiz de la razón. Una actitud rayana a la superstición.

Bien podría alegarse que las explicaciones "racionales" son sólo simples construcciones mentales, mientras que la estadística refleja la realidad de cuanto acontece en las carreteras. Sin embargo, vetar el seguro a un modelo de vehículo por el número de accidentes que ha sufrido, sin distinguir en qué circunstancias y si la máquina en cuestión adolece de defectos de diseño o fabricación, se parece mucho a asegurar que el coche tiene mal fario, es víctima de una maldición vudú y que me lo quites de delante. ¡Lagarto! De aquí a que la mutua a la que he acudido, al igual que muchas otras empresas del sector, contraten como asesora a la Bruja Lola hay sólo un par de pasos.

John Donne escribió: "Nunca preguntes por quién doblan las campanas. Doblan por tí". Tras la revelación de hoy, no volveré a mirar los accidentes de tráfico de la misma manera. A la congoja que siempre produce el sufrimiento de un semejante, se sumará la duda de si el pobre infortunado tiene mi edad, si conduce un coche como el mío y, en caso afirmativo, por cuánto me va a salir su siniestro en el próximo recibo del seguro.

1 comentario

PolloGTI -

Mejor no te cuento lo que me va a salir en el presupuesto de un honda S2000 :P